lunes, 7 de mayo de 2012

Nuestra crianza

Nuestra crianza es eso, nuestra. A nuestra manera.
No estamos siguiendo ningún tipo de patrón.
Solo queremos que Félix sea feliz.
Duerme, come, juega y hace lo que quiere cuando quiere. Pero es un niño, y sigue unas rutinas por su propio pie, que a nosotros nos son muy cómodas.
Él no tiene consciencia de cuándo se tiene que duchar, por ejemplo. Pero nosotros, en base a nuestra experiencia, hemos visto que antes o después de la cena, es el mejor momento, porque se queda relajadito, y le viene genial para dormir como un lirón.

Los días de nuestro Félix vienen siendo, más o menos, de la siguiente manera.
9:30 - Le despierta la luz que entra por la ventana. Le escuchamos hablar solo, bostezar. Le tenemos puesto un cubito en la mesilla de noche de al lado de su cuna, lleno de peluches, por lo que cuando se aburre, coge cualquier peluche que haya y se monta sus películas. Cuando entramos a por él, su sonrisa nos llega al alma.
10:00 - Va berreando, pidiendo el desayuno.
10:30 - Toca salir a dar una vuelta, jugar en el parque, andar por el suelo de casa, por el patio, tocar su piano, jugar con algún juguete...
14:00 - Vuelve a quejarse, pidiendo su comida.
15:00 - 17:00 - Un ratito después de comer, se va durmiendo por las esquinas. Subimos con él a su habitación, le ponemos el pijama mientras toca el ratito de cantar. Se queda dormido en la cuna mientras papa o mama le canta o le lee desde la butaca. En ocasiones, le dormimos en brazos, porque nos encanta ^^
17:00 - Llega la hora de despertarse. Misma jugada que por la mañana, le dejamos un ratito solo en la cuna jugando con sus peluches, o hablando, o simplemente, mirándose los pies pensando en sus cosas.
18:00 - ¡¡QUIERO MI MERIENDA!!
18:30 - Toca darse otra vueltecita, o jugar en casa, o en ir aprendiendo a andar. A veces, a esta hora, lo ponemos en la cocina con nosotros mientras cocinamos, le encanta abrir cajones, aunque ya sabe cuales puede y cuales no. Le encanta el cajón de los trapos y limpiar el suelo con ellos. Otros días, salimos a la calle a comprar lo necesario para hacer la cena, a dar una vuelta por el pueblo, a jugar al parque de bebés, a marujear con otras madres, a la piscina...Otras muchas, él juega tranquilamente en el salón mientras nosotros hacemos alguna manualidad.
20:30 - Empieza a rascarse los ojos. Eso es signo de que quiere ducha, cena, y a la piltra. Le duchamos con calma. Llenamos un poquito la bañera, la llenamos de patitos y juguetes acuáticos, y dejamos que disfrute. En ocasiones, alguno de los dos nos metemos con él y las risas retumban en toda la casa.
21:15 - Cenamos todos en familia. Ahora que Félix puede comer cualquier cosa, cenamos todos lo mismo.
22:00 - Hora de irse a la cama. Después de cenar y jugar un ratito, se queda dormido en la cuna, mientras le cantamos o le leemos un cuento. En ocasiones, es meterle en la cuna, y se gira, abrazado a Ozzy, su osito de peluche para dormir, lo que significa que quiere que nos vayamos de la habitación y le dejemos tranquilo. Habrá sido un día duro. 
Un duro día para un niño de un año :)

La gente siempre nos dice la suerte que hemos tenido con Félix. Y la verdad es que es un encanto. Pero por otra parte, creo que el cariño que le demostramos las 24 horas al día, y dejar que vaya creciendo y aprendiendo a su aire, le está dando una facilidad para desarrollarse como personita que hace que sea un niño tan encantador.
Igual me ciega el amor de madre :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario