lunes, 28 de mayo de 2012

Tienes el cutis fatal...


Yo, madre de 28 años, que, aunque no tenga mucho tiempo ni sea demasiado femenina, me suelo cuidar la piel. Básicamente, me lavo la cara con jabón. Y, cuando me acuerdo/tengo tiempo/me apetece/se alinean los planetas, me pongo crema hidratante.
No uso serum. No uso limpiadores. No uso contorno de ojos ni labios. No uso (no suelo) maquillaje.
Me gusta envejecer, qué se le va a hacer, aunque para tener 28 años, no tengo arrugas.
Respeto a esas mujeres que no pueden vivir sin anti-ojeras, no pueden salir de casa sin maquillar, o no concilian bien el sueño sin realizar su ritual de limpieza nocturno.
Pero yo no. No me gusta, no tengo tiempo, y no creo que me vaya a mejorar mucho el aspecto.

A lo que voy. Viernes, 25 de mayo, me planto en el Gilgo de Illescas, para comprarle a mi madre el Gloss 106 de Chanel. Aunque no somos pudientes (joder, tu madre usa el gloss de Chanel), es el único "pintalabios" que usa, y todos los años le compramos un par.
Bueno, pues allí llego yo, a las 12:30 del medio día, después de haberme levantado para currar a las 5:00 a.m. Me atiende una dependienta.
Un palo.
Rubio.
Rubio con el pelo quemadísimo de tanto tinte.
Un palo de tía.
Más bajita que yo (que ya tiene cojones).
Con 6 capas de Tintanlux en la cara.
Con la raya del ojo en verde pintada con un Edding 500.
Un palo, rubio pelo quemado, maquilladísima como una puerta.

-Quería el gloss 106
-¿Te lo has probado?
-Es para un regalo...
-¿Y no quieres tú otro?
-No... (si no te hubiera pedido dos)
-¿Y un delineador?
-No gracias (sonrisa forzada), solo quiero el gloss.
-Ya...pero es que solo el gloss...va a quedar fatal...mira, prueba este delineador...
-No es para mi, es un regalo...
-Ya, pero tú te lo pruebas, y si te gusta, pues te llevas dos de cada...
-(De Channel, nada menos...) No mira, gracias, en serio, solo quiero el gloss, cóbrame, que tengo que irme, tengo al niño en la calle con su padre pasando calor, a las 2 tengo que estar en casa, no tengo tiempo para esto...
-...(silencio incómodo)...(me registra la cara completamente)...Tienes el cutis fatal.
-.
 .
 .
 .
 .
 .
 .
 .(Hijadeputa) ¿Perdona?
-Si, perdona que te lo diga así, pero tienes fatal el cutis
-Verás, no te voy a comprar nada, porque no quiero nada, no necesito nada, cóbrame esto, por favor, que tengo prisa (sigo con la sonrisa forzada)
-Verás, tengo aquí una promoción blablablablabla sérum blablablabla nocturna blablablablabla (te estoy intentando colar esta promoción porque hoy tengo que vender 20 y no llevo ni una) blablablabla yo lo uso y estoy contentísima blablablabla
-A ver...que no, no lo quiero, POR FAVOR, CÓBRAME EL GLOSS (mi sonrisa desaparece)
-Mira, yo te hago ahora mismo una limpieza facial, te pongo el serum, la crema regeneradora, intent...
-Mira, tú llevas el gloss a caja, yo te pago, y me voy (aparece la cara de mala hostia)
-Es que te noto estresada...verás, coge este tratamiento, solo son 46€, y ahora además te doy un tratamiento para los labios, porque veo que tienes pellejitos en ellos, porque seguro que te lo muerdes, porque claro, tienes pinta de ser una madre trabajadora, que llega a casa y encima tiene que seguir trabajando y cuidando de un hijo tan pequeño, porque mira que dan guerra.
-Señora, pare. No quiero el serum, no quiero el tratamiento de labios, por favor, cóbreme esto, o me voy.

Aún así, mientras me cobraba, la señora víbora seguía diciéndome que tenía la cara fatal, que me lo llevase porque la promoción acababa hoy (que puta casualidad, hombre), que me iba a hacer muy bien a la cara, porque seguro que me daba mucho el sol.

Así que, atención.


VENDEDORES Y VENDEDORAS ALL AROUND THE WORLD

Si me queréis vender algo, no me agobiéis.
No ataquéis a mi imagen para venderme algo que me va a hacer más guapa, más joven, y más atractiva.
No me queráis obligar.
No queráis ser más listos que yo.
No me deis a entender que, como yo soy tonta, me tenéis que aconsejar, porque, si no me he dado cuenta, soy tonta, y necesito que me digáis qué tengo que comprar, porque, atención, soy tonta.
No apeléis a mi condición de madre trabajadora para hacerme entender que me tengo que dar un capricho.
No me queráis hacer entender que si no lo compro, no soy digna de vuestra admiración. Sinceramente, me importa tres cojones.
Y lo último, pero no lo menos importante. No me queráis hacer sentir culpable, porque habéis perdido 5 minutos de vuestro preciadísimo tiempo (a pelo puta), cuando llevo desde el minuto 0 diciéndoos que no os molestéis, que no voy a comprar nada.
Así no.

Mi madre ha sido vendedora muchísimos años, y creo que nunca acosó a un cliente para comprarle un mueble, por mucho que tuviera que darle salida.
Yo respeto a los vendedores, siempre voy de buenos modales, intento entender cuando me quieren vender algo, si me interesa, lo compro. Soy comprensiva con ellos porque entiendo que el trabajo cara al público puede llegar a ser abrumador.
Pero, amigo, si te digo una vez que no, no insistas. Insistiendo solo vas a hacer que mi cabreo aumente, y aumente, y aumente.

Y en muy, muy, muy contadas ocasiones, te mande a la mierda.

El viernes, la novia de Chucky se libró porque estaba muy de buenas. Era viernes y había salido a dar un paseo con mis dos amores.
Me pilla un martes a las 6 de la tarde y me la como :D




No hay comentarios:

Publicar un comentario